domingo, 27 de marzo de 2016

2.GESTIÓN DE PRIVACIDAD E IDENTIDAD DIGITAL. Curso 2015/16


  1. Gestión de privacidad. Ministerio de Educación.
  2. Presentación 
Ejemplo 1: Carrefour multado por exponer la imagen de un menor de edad
Juan R. C. compró un ordenador portátil en un centro comercial de la citada entidad en Cádiz, pero tras un breve período de uso hubo de devolverlo porque su funcionamiento no era el correcto. Cuando lo hizo, el ordenador contenía fotografías suyas, su esposa e hijos menores, pero la entidad comercial le aseguró que borraría las fotografías al formatear el disco duro, cosa que no hizo. «Días más tarde, la entidad demandada expuso el ordenador en un muestrario de informática, enseñando como salvapantallas una foto de dicho cliente con un hijo menor en la casa familiar», relata la sentencia.
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Ejemplo 2: cumpleaños feliz
Thessa, una chica de Hamburgo, Alemania, pensó que solo había invitado a un puñado de amigos a su fiesta de cumpleaños, pero se presentaron unas 1.500 personas, lo que provocó que esta chica de 16 años huyera de casa. Thessa no comprobó los ajustes de privacidad de su invitación de cumpleaños, por lo que todo el mundo con una cuenta en Facebook tuvo acceso a la invitación.En los días previos a la fiesta el número de respuestas confirmando la asistencia se disparó a más de 15.000 personas. Eso le dio a la familia de Thessa una idea de lo que se avecinaba. Aunque cancelaron la fiesta y avisaron a la policía, ni siquiera un anuncio público pudo detener a los invitados más persistentes. La noche del cumpleaños de Thessa, grandes multitudes lo celebraron en su ausencia.


Ejemplo 3: la lección de privacidad de una profesora
¿Hasta dónde puede llegar una foto vuestra en Internet? Esa era el título de la lección que Julie Ann Culp quería impartir a sus alumnos de quinto. La profesora de Tennessee (EEUU) quería aleccionar a su clase sobre los peligros de Internet y sobre cómo viaja la información en la Red.Para ello, se fotografió con un cartel en el que se leía: 'Estoy hablando a mis alumnos de quinto sobre la seguridad en Internet y cómo de rápido una foto puede ser vista por montones de personas. Si estás leyendo esto, por favor, pincha en 'me gusta'. ¡Gracias!'Seguro que la profe no fue consciente del tsunami que se iba a desatar por culpa de su acción. En apenas seis días, la foto lleva más de 4.200.000 “me gusta” y 100.000 compartidos en Facebook.

¿Y si alguien hubiese estado compartiendo tu vida en Internet, a golpe de instantánea, desde que estabas en el vientre materno? 
Lo más seguro es que no te hiciese ni pizca de gracia, pero son muchos los padres del siglo XXI que comienzan a construir las identidades digitales de sus hijos cuando publican la primera ecografía en las redes sociales. Y a partir de ese momento, se sucede toda una retahíla de imágenes con las que se narran casi al minuto cómo va progresando la criatura: la foto con el gorrito en la cuna del hospital, la llegada al hogar familiar, el primer bibe, la primera papilla, los primeros pasos, el primer día de colegio… 
Esta afición por dar a conocer la vida de los hijos en las redes sociales ya ha sido bautizada como sharenting, término que conjuga las palabras inglesas share (compartir) y parenting (crianza de los hijos). Conscientes de que cada vez hay más voces que desaconsejan esta práctica, en TLIFE.guru hemos querido saber dónde está la línea roja a la hora de compartir instantáneas de los menores en la Red de redes. Para ello, Ofelia Tejerina, abogada de la Asociación de Internautas, quien nos ha dejado estas 9 recomendaciones:
  1. Respeta la intimidad del menor. Ante todo, ten siempre presente que debes respetar la intimidad de los menores y que ellos quizás no quieran (ahora o en el futuro) que otros vean esos momentos que, aunque puedan ser divertidos, se circunscriben al seno de la familia o a círculos de amigos muy cercanos.
  1. No publiques nunca fotos de los niños desnudos. En ninguna circunstancia: ni en la playa, ni en la piscina ni dentro de casa. Aunque para ti sean momentos muy tiernos, esas imágenes pueden caer en manos redes de intercambio de pornografía infantil.
  2. No compartas diariamente. Cada vez que vayas a publicar una foto de tus hijos, hazte esta pregunta: ¿De verdad esto resulta de interés para la mayoría de mis contactos? De esta forma, seguro que limitas de forma notable las imágenes que subes a Internet.
  1. Utiliza el email. Si lo que quieres es compartir fotos con amigos íntimos y familiares, es más aconsejable utilizar el correo electrónico y evitar su publicación en las redes sociales.
  2. Limita la difusión. Ajusta la privacidad de los perfiles en los que vas a compartir esas fotos, ya sea en las redes sociales o en programas de mensajería instantánea como WhatsApp. De este modo, acotarás al máximo el público que verá esas imágenes.
  1. No des pistas. Nunca detalles en las imágenes datos concretos del lugar o la hora en que se han tomado. Así no difundirás las rutinas de tus hijos, sus horarios habituales ni los sitios en los que pueden encontrarse a una determinada hora del día. De igual modo, procura que en esas fotos no se vea el nombre de tu calle, la entrada del colegio de los niños, la matrícula de tu coche…
  1. No etiquetes. En las fotos, no etiquetes a los menores con sus nombres y apellidos. Así evitarás que sean indexadas en los buscadores y que cualquiera pueda asociar las caras de los niños con su identidad real.
  1. Pide permiso. Si vas a compartir imágenes en las que el menor sale con otros amigos, siempre debes preguntar a los padres de esos niños si están de acuerdo en subir esas fotos a la Red.
  1. Pregunta al otro progenitor. Ambos progenitores tenéis que estar de acuerdo a la hora de subir las fotografías de vuestros hijos.


GESTIÓN DE LA PRIVACIDAD
¿Por qué proteger la privacidad y qué es la identidad digital?
El desarrollo de las tecnologías de la información y su uso intensivo por parte de los ciudadanos plantea nuevos retos para una adecuada gestión de la privacidad. El uso de las redes sociales ha introducido la posibilidad de compartir gran cantidad de información.
De esta forma, la visión de la privacidad que tenemos, y sobre todo la que tienen los adolescentes, está cambiando a marchas forzadas. Hace muy pocos años era impensable que una persona expusiera su vida privada sin ningún pudor. Aunque las razones por las que se está produciendo este cambio en la forma de entender nuestra relación con la sociedad no hay que buscarlas de forma exclusiva en las redes sociales y en Internet, es evidente la tendencia a mostrar en la Red cada vez más datos de nuestra vida personal.
Lo que sí está claro es que todos los usuarios de esta gran comunidad virtual colaboran en la extensión de esta información y, por lo tanto, surge el riesgo de que pueda caer en las manos inadecuadas. Por ello, a pesar de los evidentes avances en comunicación, no podemos olvidar el hecho de que crear, compartir y mostrar contenido puede conllevar determinados riesgos para la privacidad y para la construcción de la propia identidad digital.
Hay que dejar claro que todo lo que hacemos en Internet deja rastro, por lo que, si no queremos que se haga un uso indebido de nuestra información personal, debemos ser cuidadosos con la información o imágenes que se comparten ya que, una vez publicada en Internet, escapa de nuestro control y es accesible para muchas personas que incluso no conocemos.
Esa información que sobre nosotros existe en Internet la hemos podido compartir nosotros mismos a través de redes sociales, mensajería instantánea, publicaciones en blogs, foros, etc., o puede que la hayan publicado otras personas. Por ello, no solo debemos ser cuidadosos con lo que publicamos sobre nosotros, también debemos proteger la privacidad de nuestros amigos y familiares, en definitiva, la de los demás. 
Unos consejos básicos para defenderse de estos riesgos asociados a una sobreexposición de los datos personales pueden ser:
-          Configurar bien la privacidad de los perfiles en redes sociales y así limitar el acceso a la información personal que estos contienen.
-          No publicar información o imágenes de otros sin su consentimiento.
-          Utilizar contraseñas seguras que incluyan mayúsculas, minúsculas, números, caracteres especiales, etc., para evitar el robo de nuestros datos o la suplantación de identidad.
-          No publicar excesiva información personal en las redes que pueda permitir identificarnos e incluso localizar nuestra información física.
-          Prestar especial atención a algunos correos electrónicos que pueden ser el cauce por el que se difunden virus, gusanos o malware en general.
-          Cuidar que la dirección de e-mail no revele datos personales como la fecha de nacimiento.
-          Cuando se envían correos a múltiples destinatarios, las direcciones deberían estar en el campo CCO (“Con Copia Oculta”) porque, en otro caso, estaríamos proporcionando todas esas direcciones de correos que no todos los destinatarios tienen que conocer.
-          Con la ayuda de los servicios de Geolocalización (GPS y puntos con acceso wifi) los dispositivos móviles pueden permitir el seguimiento de sus propietarios ofreciendo información privada relacionada con la situación geográfica y hábitos de desplazamiento.

La identidad digital no está definida a priori y se va conformando con nuestra participación en las diferentes comunidades y servicios de Internet. Los datos, por supuesto, nos identifican. También las imágenes, su contexto y el lugar donde estén accesibles proporcionan nuestro perfil online, perfil que permanece imborrable en la Red, y que por lo tanto hay que cuidar desde el principio porque puede condicionar gran parte de nuestra vida futura, por ejemplo, a la hora de buscar un trabajo.

De esta forma, para proteger la privacidad y formarnos una buena reputación online, podemos tener en cuenta los siguientes consejos:
-          Al registrarse en una red social, proporcionar los datos estrictamente necesarios y configurar la privacidad, eligiendo bien qué parte de la información proporcionada queremos hacer pública.
-          En cada publicación que se haga en una red social, configurar la visibilidad de la misma por terceros.
-          Analizar los permisos que solicita una aplicación para ser instalada en nuestros dispositivos móviles, y en caso de duda declinar su instalación.
-          Tanto en redes sociales como en contactos en nuestra lista de correos, no aceptar ni agregar a desconocidos, o personas de las que no estamos seguros de su verdadera identidad. En este sentido debemos concienciar a los menores sobre los problemas derivados de tener muchos amigos virtuales.
-          Revisar la configuración de privacidad del navegador en cuanto al uso de la cookies.
-          No publicar, sin consentimiento, información que nos haya llegado de forma privada. 








Actividad 1:
SI NO LO HACEN EN SU VIDA NORMAL.....¿POR QUÉ LO HACEN EN INTERNET?
Despertar en los padres la necesidad de proteger a sus hijos para que no expongan suprivacidad en la Red.
Hay que convencer a los hijos de que no pueden exponer su vida en Red. Tienen que ser conscientes de la repercusión que en su vida cotidiana puede tener todo aquello que publican en la Red, y de los peligros de publicar sin pensar.
No existe un mundo real y otro virtual: AMBOS SON REALES.
Todo lo que nuestros hijos hacen en la Red, REPERCUTE EN SU VIDA COTIDIANA.
Aunque ellos tengan una sensación de impunidad y anonimato, TODO LO QUE SE HACE EN INTERNET DEJA RASTRO. 
 


Fundamentalmente, los consejos que facilita la Policía Nacional a los padres para que protejan la privacidad de sus hijos en la Red son los siguientes:
Acordar y razonar con el menor unas normas racionales y respetuosas hacia todos al hacer fotos y vídeos, compartir con otras personas sus imágenes y, por supuesto, la no distribución o redifusión de aquellas que sean de otros sin su autorización o que puedan perjudicar irreversiblemente la imagen de cualquiera. No solo explicar que se puede incurrir en un DELITO, sino la importancia del RESPETO al resto (no hagas a los demás lo que no te gustaría sufrir).
Cuanto menor es el nuevo usuario, mayor supervisión, acompañamiento y concienciación necesitará del uso que hace de Internet y de las redes sociales, de para qué las usa, con quién, qué información se intercambia... Un buen criterio para que el menor sepa si usa esa tecnología de forma adecuada o no es que, si lo viera una prima o tía suya de 25-30 años, no le escandalizara o preocupara. 
Actividad 2:
CONCEPTO DE IDENTIDAD
Quizás hace unos años se podría pensar que existía cierta privacidad, y que existían ciertas parcelas de nuestras vidas que solo conocían los más allegados. Hoy en día, con el auge de las redes sociales, es difícil saber quiénes son o no nuestros amigos; de forma que toda la información que compartimos en Internet queda disponible para mucha gente y, además, permanece imborrable en la Red.
Todos tenemos identidad digital: Es el rastro que cada usuario de Internet deja en la Red como resultado de su interrelación con otros usuarios o de la creación de contenidos.

Actividad 3:
DATOS PERSONALES
Entre los peligros que amenazan a todos los internautas, pero especialmente a los menores de edad, la privacidad es uno de los que mayor repercusión puede tener para nuestra seguridad y la suya.
Estos datos personales de carácter privado y que a veces los adolescentes publican sin pensar, poniéndose en riesgo si caen en las manos inadecuadas, son principalmente:
Información personal como su nombre y apellidos, DNI, número de teléfono, edad, domicilio, dirección de correo electrónico.
Su propia imagen: vídeos, fotografías.
Datos escolares: centro educativo, nivel, profesor.
Datos familiares: etnia, raza, nivel sociocultural...
Datos de salud: enfermedades, pruebas médicas, tratamientos...
Gustos y aficiones.
Es importante que los padres enseñen a sus hijos a proteger los datos de carácter personal, y ser precavidos al utilizarlos, especialmente en la Red, porque pueden utilizarse con finalidades que no habían previsto, resultando desagradables o perjudiciales, como es el caso de la suplantación de identidad.
Por lo tanto, hay que dejar claro que:
El derecho a la propia imagen es un aspecto básico de la privacidad.
En Internet es frecuente el uso sin permiso de la imagen de otras personas.
Los menores casi nunca son conscientes de las repercusiones que esto tiene. 

Actividad 4:
LA HUELLA DIGITAL
Todo lo que publiquen sus hijos en Internet deja una huella digital difícil de borrar.
Nuestra reputación online no es algo estático ni definido a priori, sino que se va conformando con la participación en las diferentes comunidades y servicios de Internet, ya sea de forma directa o inferida, de información proporcionada por otros usuarios. Los datos personales, por supuesto, dan forma a nuestra huella digital; pero también las imágenes, su contexto y el lugar donde estén accesibles proporcionan nuestro perfil online.
Ese rastro de la huella digital está formado por una serie de impactos en la Red de distinta procedencia:
Algunos de ellos son los siguientes:
-   Perfiles personales en redes sociales generales (Facebook, Tuenti, Twitter, Myspace...) y profesionales (Xing, Viadeo, Linkedin...) y portales de búsqueda de empleo.
-          Comentarios en foros, blogs, portales de información, redes sociales, Youtube....
-          Contenidos digitales como fotos en redes sociales, vídeos en YouTube, Vimeo, etc., presentaciones en Slideshare o documentos publicados en webs, una web personal, un blog, etc., que a veces incluso hayan sido realizados como trabajos escolares.
-       Contactos como amigos en las redes sociales, amigos de amigos, contactos profesionales, seguidores o personas a quienes seguimos... 
Actividad 5:
¿QUÉ PUBLICAN NUESTROS HIJOS EN LA RED?
Se ha dividido esta información en dos diapositivas (10 y 11) de la Presentación. En la primera se presenta información que no tiene un riesgo excesivo, y en la segunda la información que deberían evitar publicar.

Actividad 6:
PROTEGER LA PRIVACIDAD
La privacidad de nuestros hijos en Internet depende fundamentalmente de dos factores: 
- La cantidad de información personal que proporcionen.
- La capacidad de controlar quién tiene acceso a esa información.
Consejos básicos a los padres sobre cómo pueden proteger esos datos personales:
-     Configurar adecuadamente las opciones de privacidad en los navegadores y perfiles de redes sociales.
-   Utilizar redes seguras, evitando compartir información personal valiosa en lugares públicos con accesos wifi gratuitos que pueden permitir que cualquiera acceda a sus dispositivos y a la información contenida en ellos.
-          Los correos electrónicos suelen ser un importante punto de entrada de virus informáticos, a veces lo jóvenes los abren sin ser conscientes del peligro que corren; por lo tanto, se les debe concienciar de no abrir correos de remitentes desconocidos o de los que duden.
-      Hacerles ver el peligro de compartir sus contraseñas con amigos o conocidos, ya que les están proporcionando una información sustancial, y a veces incluso llegan a hacer publicaciones en su nombre en las redes sociales, lo que supone una suplantación de identidad. Además, deben usar contraseñas robustas, para que sean difíciles de descifrar.
-          Los servicios de geolocalización de los dispositivos móviles proporcionan gran información sobre dónde están nuestros hijos, qué lugares visitan, etc., por lo que deberían insistir en que los tengan desactivados. 
Actividad 7:
PERSONALIDAD EN CONSTRUCCIÓN...¡PELIGRO!
A partir del análisis de lo que los jóvenes publican en las redes sociales, los padres deben hacerles ver que estas prácticas pueden ocasionarles graves peligros, de los que también debemos informarles convenientemente para ayudar en su prevención: 
-          Ciberbullying: es una conducta hostil en la que un grupo de adolescentes acosa a otro utilizando los medios digitales. La víctima de este tipo de acoso es sometida a amenazas y humillaciones de parte de sus pares en la web, cuyas intenciones son atormentar a la persona y llevarla a un quiebre emocional. Estas prácticas pueden ser realizadas a través de Internet, así como también a través de teléfonos móviles y videoconsolas. A veces se utiliza parte de la información publicada por la propia víctima para difundirla o compartirla con otras personas que puedan hacerle daño.
-     Grooming: (en español «acicalar») es una serie de conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las inhibiciones del niño y poder abusar sexualmente de él. En algunos casos, se puede buscar la introducción del menor al mundo de la prostitución infantil o la producción de material pornográfico. Muchas veces los adultos se hacen pasar por niños de su edad e intentan entablar una relación para, luego, buscar realizar encuentros personales.
-      Sexting: proviene del acrónimo formado entre Sex y Texting. Inicialmente, y como lo indica su nombre, se trataba del envío de mensajes con contenidos eróticos. Posteriormente, dado el avance tecnológico, esta modalidad evolucionó también hacia el intercambio de imágenes y vídeos de contenido sexual, convirtiéndose en una práctica habitual entre adolescentes y niños. Aunque en un principio esta práctica pueda parecer un juego de niños, es claro que puede derivar hacia situaciones de chantaje, o simplemente causarles problemas de autoestima y pérdida de reputación, ya que una vez que el contenido está en Internet es imposible controlar quién tiene acceso al mismo.
-       Suplantación de identidad: a nivel general consiste en el uso de información personal para hacerse pasar por otra persona con el fin de obtener un beneficio propio. Normalmente este beneficio genera un perjuicio a la persona que sufre dicha suplantación de identidad. Si hablamos de menores y de Internet, este problema puede estar en el origen de alguno de los anteriores, ya que una persona malintencionada puede utilizar los datos que existen en la Red sobre un menor y actuar en su nombre provocándole gran perjuicio. Esta acción puede suponer un delito y conllevar penas importantes de multas.
-          Fraudes: gran parte de los padres no sabe qué hacen sus hijos en Internet, qué páginas visitan o qué archivos descargan. Esto les hace estar expuestos a diversos fraudes que se pueden producir en la Red: compras online, casinos ilegales, etc.

En Internet, por mucho que se hostigue a una víctima, no puede verse el rostro de su dolor o el verdadero daño que se le hace, por lo que los ciberacosadores suelen ser más crueles que si lo hicieran “cara a cara”. Para ello, normalmente se hacen con información privada sobre la víctima e incluso se hacen pasar por esta; por eso, es necesario enseñar a los hijos a cuidar lo que publican o a proteger sus contraseñas.
Otro de los principales riesgos de Internet es que es muy difícil tener la certeza de que no nos están mintiendo. Si hasta los propios menores mienten sobre su edad en la Red para acceder a servicios y contenidos específicos para adultos, ¿qué no harán los adultos que pretenden ganarse su confianza para abusar de ellos? 

Muchas personas emplean nicks o pseudónimos para establecer contactos, pero no sabemos con quién estamos hablando realmente. Existen adultos que se hacen pasar por adolescentes en chats, foros o redes sociales. A veces se ofrecen a quedar posteriormente con el menor, procuran acrecentar su confianza, hasta que finalmente se hacen con datos personales o confidenciales con los que coaccionar a sus víctimas y adentrarse más en su intimidad o en su vida personal. Por ello, los menores tienen que ser conscientes de que no pueden exponer estos datos.
En el vídeo Qué es sexting. Podemos comprobar con un sencillo ejemplo cómo lo que empieza con una broma, Internet lo puede propagar hasta límites y lugares insospechados. El resultado es que, con un vídeo, una grabación, un mensaje de texto o un email que la víctima pensaba que iba a ser privado, es facilísimo arruinarles la vida a amigos, enemigos y conocidos. 


Una campaña realizada entre Fundación Alia2 y Tiempo BBDO para alertar sobre el grooming utiliza dos cuñas de radio en que dos actores de doblaje de voz (Albert Trifol y Geni Rey) se hacen pasar por niños.
Sonido
Sonido 2 
Es misión de los padres concienciar a sus hijos de los peligros de publicarlo todo, insistiéndoles en que la mejor forma de protegerles contra estos peligros es crear un clima de confianza para que recurran a ellos ante cualquier problema que puedan encontrar en las redes sociales, de la misma forma que lo harían si estos problemas sucedieran en el mundo físico. 
Actividad 8:
EMPATÍA DIGITAL
Todos los padres son conscientes de que sus hijos publican en Internet mucha información, a veces sin ni siquiera pensar; por eso, debemos darles unas pautas para que fomenten en ellos el respeto hacia los demás:
-          La información que sobre una persona aparece en la Red puede estar publicada por ella misma, o por otros.
-          Aunque al publicar algo los jóvenes crean que va dirigido a sus amigos, no siempre pueden estar seguros de quién tendrá acceso a esa información.
-         Una vez que algo está en Internet, es prácticamente imposible hacerlo desaparecer.
-       La forma de que nuestros hijos cuiden lo que publican sobre otros es dejarles claro que otros también pueden publicar información sobre ellos.
-          Si etiquetan a algún conocido en una foto, permiten que cualquier persona pueda saber quiénes son, dónde están, cuáles son sus aficiones, etc.
-          Es imposible controlar el uso que otras personas puedan hacer de una foto que encuentran en la Red; por lo tanto, debemos hacer conscientes a nuestros hijos de no publicar fotos de sus amigos, dado que pueden causarles problemas si caen en manos inadecuadas.
-          Nuestros hijos deben tener claro que cualquiera puede hacer una captura de pantalla de una conversación con nosotros y publicarla; por lo tanto, deben cuidar qué es lo que dejan escrito.

Actividad 9:
ELLOS NO LO HARÍAN...SHARENTING
Se ha bautizado con el nombre de sharenting a la adicción que muchos padres tienen a dar a conocer la vida de sus hijos en las redes sociales, por ejemplo a través de la publicación de fotos y vídeos, poniendo así en peligro su privacidad:
¿Qué publican los padres sobre sus hijos?
¿Qué peligros entrañan estas publicaciones?
¿Actuamos de forma correcta mostrando datos reales de nuestra vida y la de nuestros hijos?
Ejemplos de artículos y noticias de Internet:
“Un padre publica una foto en topless de su hija en Facebook”.
“Redes sociales se burlan de que hijo de Cristiano Ronaldo sea fan de Messi”. Fuente:
“Hay padres que publican hasta ecografías de sus hijos, ¿qué dirán cuando tengan 18 años?”. Fuente:
“Sonia Castedo, la alcaldesa que hizo público su embarazo y su dimisión vía Facebook”.


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